Existen numerosos gestos comunes que debemos tener en cuenta para interpretar correctamente el lenguaje no verbal de los demás. A continuación, se presentan algunos ejemplos:

Si te gusta alguien o le gustamos a alguien, es complicado no sonreír ni mostrar un contacto visual característico, puesto que queremos fundirnos en el cuerpo de la otra persona, y pase lo que pase, ese es nuestro objetivo.

Referencia curioso: originalmente, la señal de la «V» se utilizaba para expresar la victoria por parte de las naciones aliadas durante la Segunda Conflicto Mundial.

Escucha el lenguaje no verbal del cuerpo completo: Analiza cómo se mueve el cuerpo en general. ¿Está tenso o relajado? ¿Se balancea o se queda quieto? ¿Camina rápido o calmoso? Estos detalles pueden brindarte pistas sobre el estado emocional de la persona.

Ten en cuenta el tono de voz y la entonación: No solo el lenguaje corporal, sino todavía el modo en que alguien acento puede atinar pistas sobre sus emociones. Audición si hay cambios en el tono o si la entonación denota sinceridad.

Postura corporal: puede decirte mucho sobre lo que alguien siente por ti. Cuando a una persona le atraes, puede imitar de forma inconsciente tus movimientos o acercarse a ti más de lo necesario.

Interpreta los movimientos corporales: Los gestos, movimientos de comienzo y posturas pueden complementar el lenguaje verbal. Observa si alguien asiente con la cabeza cuando está de acuerdo o si cruza los brazos cuando está a la defensiva.

Una persona que está interesada en ti generalmente tiene las palmas de las manos en torno a arriba cuando está relajada. Este seña genera una posición de apertura y vulnerabilidad cerca de la otra persona, lo que se traduce en una aspecto amigable y accesible.

Según estudios realizados por Albert Mehrabian, un psicólogo pionero en el estudio de la comunicación no verbal, y publicados por EDPYN, la efectividad de la comunicación humana se distribuye de la próximo manera:

Es importante tener en cuenta que el lenguaje no verbal puede website variar según la cultura, por lo que es fundamental tener en cuenta el contexto y las costumbres locales al interpretar los gestos de una persona.

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Por ejemplo, un dedo señalando con la mano cerrada puede ser un intento de mostrar dominio y alguien que se toca repetidamente la cara probablemente esté nervioso.

Estas señales son importantes para comprender el interés y la intensidad de las relaciones amorosas y emocionales.

Se cree que esta es, en parte, la causa de que el fulgor de enigma de quienes no revelan mucho acerca de sí mismos nos parezca seductor.